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miércoles, 9 de julio de 2014

Las Provincias.  
Cartas al director.  
Miércoles, 23 de julio de 1997


Uno de los errores que más daño nos hace a los valencianos es considerar los elementos próximos al castellano de nuestra lengua valenciana como "contaminantes". Por desgracia, parece estar grabado a fuego en las mentes de nuestra juventud la idea de que "en un principio fue el catalán puro y virginal, y después vino el castellano que comenzó a ensuciarlo todo", y que el valenciano no es, pues, más que un "catalán contaminado". 

Mourelle de Lema demuestra que, lejos de ser contaminantes, los llamados "castellanismos" son enriquecedores, y que ya estaban presentes en el valenciano de la época de la reconquista. A mediados del siglo XIII, el valenciano ya mostraba su rasgo diferenciador de contener elementos tanto del romance castellano-aragonés como del romance provenzal. Conformándose por consiguiente entonces la valenciana como una lengua con personalidad propia que acrisolaba las influencias circundantes (entre las cuales jugaba un papel no despreciable la influencia árabe). Y esto lo demuestra con un documento importantísimo: la carta puebla de los moros de Uxó, de agosto de 1250. Extraigo un pequeño fragmento:

"En el nom de Deu piados e misericordios, oracio feta per nostre senyor Dios sobre tots los apostols; aquest es privilegi honrat, lo cual mana nostre senyor lo rey de Arago, de Mallorques, de Valencia e compte de Barcelona e d'Urgel e senyor de Monpesler, a quie Deu mantenga, otorgat a totos los moros de la vall de Uxo, los cuals reebe sots la seua fe e que poblen e poblar facen la vall de Uxo damunt nomenada a les seues alqueries e les seus termens a la dita vall determenats e assignats ans quels moros isquessen de la terra...".

Mourelle de Lema compara este fragmento con este otro procedente de documentos reales de la época dirigidos a personalidades catalanas:

"...A la carta quens enviats, en la qual era contengut que nos vos aviem tramesa quens donasetz postalz de totz los feus que tenietz per nos, per fadiga de servii, et per ço car vos metietz els castels que vostros no son contra nos, encara queus en... la honor per tal car no eretz vengut ne vos nous deitz mes a nostre contrast ni per do de nos ni... e davetz en... que hon no fes mal a nostres homens..."

Ambos textos siguen largamente y se pueden encontrar en cada uno de ellos elementos diferenciales predecesores del valenciano actual y del catalán actual. No puede negarse que existan muchos rasgos comunes, como es natural entre hablas vecinas. Pero evidentemente la lengua hablada en Cataluña es mucho más cercana al provenzal que la lengua hablada en Valencía. De hecho, el trovador Ramón Vidal de Basalú manifestaba que en Cataluña se hablaba provenzal. Respecto a la carta puebla del primer texto, resulta difícil creer que, si la lengua fue traída por los conquistadores en solamente doce años, pudiera haberse transformado tanto como se puede observar al comparar las diferencias entre el primer y el segundo documentos.
Sólo puede concluirse que en la taifa musulmana de Valencia se hablaba romance, aparte de otras lenguas, por supuesto. 

Enrique Payá Zaforteza

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